Mientras vivía en una zona rural del estado de Maine, fui testigo de una serie de apariciones "en carne y hueso" de dos maestros ascendidos llamados Pursah y Arten, quienes finalmente identificaron a Santo Tomás y a San Tadeo como unas de sus reencarnaciones anteriores . (A pesar del mito popular, sus vidas como discípulos originales de Jesús no fueron las últimas). Mis visitantes no se manifestaron para repetir algunas de las perogrulladas espirituales en las que posiblemente muchas personas ya creen. Más bien, revelaron nada menos que los secretos del universo, examinaron el verdadero propósito de la vida, comentaron detalladamente el Evangelio de Tomás y explicaron con claridad los principios de un sorprendente documento espiritual que se está extendiendo por el mundo como preludio de una nueva manera de pensar que llegará a ser universal en el nuevo milenio.
Para que te beneficies de la información contenida en este libro, no es esencial que creas que estas apariciones tuvieron lugar. No obstante, puedo dar fe que es extremadamente improbable que un hombre sin educación como yo, hubiera escrito este libro sin la inspiración de éstos maestros En cualquier caso, dejo en manos del lector reflexionar respecto a los orígenes del libro.
Personalmente creo que La Desaparición del Universo puede ser una lectura útil que ahorrará tiempo a las personas de mente abierta que se encuentren en un camino espiritual. Después de experimentar este mensaje, puede que te resulte imposible – tal como sucedió conmigo - volver a mirar tu vida o el universo del mismo modo.
El siguiente texto relata una serie de sucesos acaecidos entre diciembre de 1992 y diciembre de 2001. Estos encuentros se presentan en el marco de un diálogo en el que intervienen tres participantes: Gary (ése soy yo), Arten y Pursah, los dos maestros ascendidos que se me aparecieron en persona. Mi narración no está marcada a menos que interrumpa el diálogo, en cuyo caso simplemente está marcada como "Nota". La gran cantidad de palabras que verás en cursiva indican un énfasis por parte del orador. Por favor, ten en cuenta que no he cambiado sustancialmente el diálogo, aunque me ha sido difícil revisar este material y tolerar algunas de las cosas inmaduras y condenatorias que dije a lo largo del periodo que abarca este libro. Rememorando, me doy cuenta de que sólo durante los últimos capítulos estaba practicando verdaderamente el perdón.
Aunque en estas páginas hay afirmaciones hechas por los maestros que al leerlas pueden parecer duras o críticas, he sido testigo de que su actitud siempre incluía la delicadeza, el buen humor, la humildad y el amor. Como analogía, un buen padre a veces sabe que para corregir al niño con firmeza es necesario emplear una forma que pueda comprender, pero la motivación subyacente de tal corrección siempre es de naturaleza positiva. De modo que si parece que estas conversaciones llegan a puntos de cierta dureza, debe recordarse que Arten y Pursah me están hablando deliberadamente de un modo que puedo entender con el propósito de conducirme gradualmente hacia el objetivo de sus enseñanzas. Pursah comentó que su estilo estaba diseñado para hacer que yo les prestara atención. Tal vez esto lo dice todo...